domingo, 13 de septiembre de 2015

Canto Llano

Por canto llano entendemos la música de la iglesia en la alta edad media, antes de la llegada de la polifonía. Habiendo crecido gradualmente en el servicio de culto cristiano se convirtió en la música exclusiva de la Iglesia hasta el siglo nueve, cuando la polifonía hizo su primera y modesta aparición. Durante siglos tuvo un lugar de honor siendo por una parte cultivada junto a la nueva música y sirviendo, por otra, como fundamento sobre el que crecía su rival. Cuando la polifonía vocal alcanzó su punto culminante, en el siglo dieciséis, el canto llano había perdido la estima de los hombres y se fue dejando de lado cada vez más a lo largo de los siglos siguientes. Pero la Iglesia siempre la consideró su música propia, perfectamente adaptada a sus ceremonias y por fin, en nuestros días, ha llegado un renacimiento que parece destinado a restaurar el canto llano a su antigua gloriosa posición. El nombre, cantus planus, fue utilizado por primera vez por los teóricos del siglo doce o trece para distinguir la antigua música de la música mensurada y mensurable, música que usaba notas de diferente valor temporal en una proporción matemática estricta y que comenzaba a desarrollarse por entonces. El primer nombre que encontramos es “cantilena romana” probablemente usado para distinguir una forma de canto que tuvo su origen en Roma de otras como el canto ambrosiano. También se le llama en general canto gregoriano, atribuyéndolo de alguna manera a S. Gregorio I





Canto Gregoriano







El canto gregoriano es una gran colección de obras musicales vocales puesta bajo la advocación del papa San Gregorio I Magno (590-604). Aunque el repertorio gregoriano no es obra de un solo hombre, ni siquiera de una sola generación, ni apareció solo en un lugar determinado.

El canto gregoriano hunde sus raíces en la práctica musical de la sinagoga judía y en el canto de las primeras comunidades cristianas; y es el fruto maduro de varios siglos de experiencia musical litúrgica en lengua latina en la Europa occidental.

El repertorio gregoriano se remonta al siglo VIII. Surge de una evolución del canto romano confrontado con el canto galicano.

El canto gregoriano es una música vocal, monódica (a una sola voz), y se desarrolla por grados conjuntos. La melodía gregoriana está en función del texto que suele estar tomado de la Sagrada Escritura. Las composiciones gregorianas vienen a ser un comentario musical lleno de unción religiosa a un texto sacro.

El canto gregoriano es la expresión musical de fe de la Iglesia, manifestada en su liturgia y que se ha mantenido durante siglos. Pero también es un patrimonio cultural de la humanidad, digno de ser oído como auténtica obra de arte. El canto gregoriano está en la base de nuestra música occidental actual.


Características generales

  • Las partituras del canto gregoriano están escritas en tetragrama (a partir del trabajo de Guido d'Arezzo).
  • Tiene un ritmo sometido ante todo al texto latino. Se considera pues que es de ritmo libre.
  • Es una plegaria cantada y la expresión de una religiosidad.
  • Es un canto monódico (solo existe una línea melódica) y a cappella (carece de acompañamiento instrumental), interpretado por voces masculinas. Las voces lo interpretan en forma coral (bien la completa asamblea de fieles, bien la schola cantorum) o en forma solista (el celebrante o presidente de la celebración, o bien uno de los cantores de la schola cantorum).
  • Su texto está escrito en latín, exceptuando el Kyrie Eleison ("Señor ten piedad"), sección del ordinario la misa en lengua griega.
  • Todas las piezas gregorianas son siempre modales, escritas dentro de uno de los ocho modos gregorianos o modos eclesiásticos (protus, deuterus, tritus y tetrardus, cada uno en sus dos posibles versiones auténtica o plagal).
  • La forma musical está definida por la del texto, y por el contexto litúrgico de este.
  • La línea melódica se mueve preferentemente por grados conjuntos, y son raros los grandes intervalos en la voz. Por lo regular la línea se mueve por segundas, terceras, cuartas o quintas.
  • El repertorio gregoriano es anónimo.


Las obras de canto gregoriano son clasificadas según diversos criterios:
  • Según la forma de interpretarse: estilo responsorial (alternancia de un solista con un coro), estilo antifonal (alternancia de dos coros) y estilo directo (sólo hay un coro o un solista)
  • Según el tipo de texto: bíblicos (aparecen en la Biblia) y no bíblicos (no aparecen en la Biblia).
  • Según el número de notas cantadas por sílaba: silábico, con una nota por cada sílaba; neumático o adornado, con dos o tres notas por sílaba; y florido o melismático, muy adornado, con más de tres notas por sílaba.